sábado, 19 de abril de 2008

EL HALLAZGO Y SUS CARACTERISTICAS

Ocasionales hallazgos de figuras menores de terracota, encontradas entre 1938 y 1979, habían indicado que el área situada en torno al túmulo, en un radio de 1'5 km, formaba parte del complejo. Las figuras, de una altura variable entre 65 y 78 cm., cada una de ellas modelada individualmente, fueron identificadas como imágenes de sirvientes, doncellas y palafreneros del emperador.
Las excavaciones arqueológicas, llevadas a cabo bajo la tutela del Comité Provincial de Shanxi para la Protección y Conservación de los Monumentos Históricos, comenzaron poco después del fortuito hallazgo de la primera estatua de grandes dimensiones. Enseguida pareció evidente que se trataba de uno de los monumentos más importantes de la arqueología: la fosa nº 1, así denominada por los arqueólogos chinos, era una gran cámara subterránea de forma rectangular, de 210 m de longitud de este a oeste y de 60 m. de norte a sur. En su interior, dispuestos en 11 pasillos de unos 3 m de anchura y 200 m de longitud, se encontraron unas 6.000 estatuas de guerreros, carros y caballos de terracota, un ejército entero formado en posición de batalla; los arqueros cubrían las alas exteriores, la vanguardia la ocupaban arqueros y ballesteros, y los carros eran arrastrados por un tiro de cuatro caballos guiados por un auriga y defendidos por batallones de guerreros. En el interior de esta formación impenetrable, aparecía el corazón del ejército: 36 hileras de infantes con armadura. La fosa, compuesta por los once corredores ya mencionados y por diez rampas de acceso que se abrían en los dos lados cortos, estaba pavimentada con ladrillos. Cada uno de los corredores se separaba del adyacente por una pared de tierra, mientras que una compleja cobertura de gruesas vigas de madera cubiertas de esteras enyesadas sellaba la gran fosa.
El hallazgo fue tan sólo el inicio de una serie de otros importantísimos descubrimientos. Efectivamente, en mayo de 1976 se descubiró a unos 20 m al noret de la fosa nº 1 la denominada fosa nº 2.
Mas pequeña, pero mucho más organizada, se destinaba a albergar la colección de figuras de caballería del ejército de Qin: más de 1.400 piezas, entre caballos y caballeros, dispuestas en 14 filas, protegidas por una vanguardia de arqueros arrodillados.
Una tercera fosa, la 3, mucho más pequeña, apareció poco después, a unos 20 m al noroeste de la primera. En ella se encontraban 68 figuras, compuestas en su mayor parte por oficiales, comandantes y generales, muy probablemente una unidad de mando. Provistos del shu ceremonial, una corta maza de bronce de cabeza triangular, estas figuras no se hallan en formación de combate. Los huesos de animales encontrados aquí evidencian la ejecución de los sacrificios rituales que un ejército real hubiese llevado a cabo antes de la batalla.
Las más de 7.000 figuras de terracota, de tamaño algo mayor del natural (entre 1'76 y 1'82 m), estaban hechas por piezas, por lo que las decenas de expertos siguen entregados hoy en día a un largo y meticuloso trabajo de restauración. Las figuras están modeladas en terracota: las extremidades y el busto se lograban con moldes, mientras que los rostros parecen haber sido modelados uno a uno, como si los auténticos rostros de centenares de oficiales y miles de soldados hubieran sido copiados para reproducir fielmente el ejército que había servido a Qin Shi Huangdi en vida. Todas las estatuas estaban pintadas de vivos colores, y la diversidad en la vestimenta y en el peinado evidenciaban la pertenencia a estirpes y etnias distintas. Las diferentes posturas del cuerpo y la posición de las manos de algunos permiten suponer que empuñaban armas. Originalmente, las tropas llevaban arcos, espadas, lanzas y ballestas auténticas, de las que se han encontrado 10.000. Las armas de metal, de aleaciones muy sofisticadas, todavía estaban afiladas cuando se descubrieron y las puntas de flecha contenían plomo para hacerlas venenosasLa tumba debió ser saqueada durante la gran revolución que puso fin a la dinastía; los revolucionarios, que penetraron en la cámara del ejército silencioso, lograron apropiarse de las armas sustraídas a los guerreros formados.
Algunos años después, en diciembre de 1980, al oeste del túmulo, se efectuó otro sorprendente descubrimiento. En el interior de un foso se hallaron dos carros de bronce de dos ruedas, con barra simple y tiro de cuatro caballos, que reproducen fielmente los carros de gala. Los trabajos para la construcción del grandioso complejo funerario aún no se habían terminado cuando Qin Shi Huangdi murió a los 48 años de edad. Prueba de ello es el descubrimiento de un cuarto espacio subterráneo, situado entre las fosas 2 y 3; esta cuarta fosa estaba vacía. El hallazgo parece sugerir que los trabajos de construcción de las fosas fueron abandonados inmediatamente después de la muerte del emperador; nunca sabremos cuántas fosas más debieron excavarse y cuántas figuras más modelarse para acompañar al soberano en su largo viaje.

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